TALLER DE GRÁFICA II. 2020.

Introducción al campo de la gráfica.

 

Los primeros talleres de huecograbado fueron sitios con un enorme instrumento para imprimir y artefactos raros para grabar. Dentro del taller se debía tener una hornilla porque el frío de Europa endurecía la tinta en el momento de la impresión, así que la hornilla servía para hacer barnices o calentar las placas de grabado.

En su libro en su libro Instrucción para grabar en cobre y perfeccionarse en el grabado en buril, Manuel de la Rueda explica que para preparar una placa, primero se debe seleccionar el mejor lado de la placa. Se coloca sobre una tabla presionando con clavos en los bordes para frotar con una piedra de afilar y mucha agua para quitar la marca del martillo. Después, se pule con una piedra pómez y luego con una más fina. Al final, se pule con un carbón de “aya”.

Por su parte, los primeros en utilizar el aguafuerte en sus trabajos fueron los orfebres, pues lo utilizaban para crear diseños. Sin embargo, Alberto Durero, grabador alemán, fue el primero en utilizar la técnica para realizar sus primeros grabados. Estas obras tempranas, se caracterizan por estar hechas con un sólo ataque de ácido, por lo que las línea del diseño son uniformes.

Los grabadores del siglo XVII solían utilizar una punta sobre barniz para grabar en las placas de metal y aplicaban un baño de un mordiente o ácido, como el cancerígeno mordiente holandés. Después se calentaba la placa para desprender el barniz y dejarla lista para la primera prueba de impresión.

Algunos de los grabadores de esta época fueron Alberto Durero, Anthony van Dyck, Robert Nanteuil, Jacques Callot, Rembrandt, Andrea Mantegna, Jean Batiste y Goya. De las series de grabados de Goya, mi favorita es Los disparates, porque representan un mundo oscuro, grotesco y enigmático. Es violenta, onírica y sexual. Se dice que era una crítica al Antiguo Régimen y al poder establecido en su época. Me da una sensación, triste, dramática y desoladora. 

Disparate número 13. Modo de volar. 

Otro autor aguafuertista que llama mi atención del periodo es Andrea Mantegna. Nació en Italia, en sola di Carturo, y murió en Mantua. Se dice que sólo hay 7 planchas de grabados que están comprobados ser totalmente de su autoría. Él era, además, pintor. Fue bastante reconocido en su época. Hizo bastantes pinturas relacionados a Cristo, la iglesia y en general a la religión.